Los depósitos piroclásticos están relacionados a una
actividad explosiva moderada verificada durante el ciclo normal de la actividad
del volcán Nevado del Ruiz y corresponden a arena, escoria y lapilli.
En algunos cortes se observan espesores de más de 30
m de cenizas y lapilli pumítico con suelos fósiles intercalados. Cuando la
ceniza y lapilli pumítica se depositan en un medio acuoso, aparecen
interestratificadas con capas de arcilla, (González (1993)).
Depósitos compuestos por niveles de ceniza y lapilli
no consolidados que tapizan y moldean en su totalidad la zona de estudio de
manera continua siguiendo la topografía, teniendo espesores de hasta 10 m
aproximadamente. Son cenizas con tamaño de grano limo a arena de color ocre,
humedad alta y gran espesor, estos materiales son los más afectados por la
acción de los procesos antrópicos. García,
D y Tamayo, P.M. (2003).
Las cenizas se encuentran afectadas por la alta
capacidad de erosión que tienen las quebradas y aguas de escorrentía, que por
efecto del lavado van descapotando las laderas por zonas y generando el
movimiento de los cuerpos adyacentes de las cuales pierden el equilibrio por la
socavación, este fenómeno es apreciable en toda el área.
El contacto
entre las cenizas y los esquistos no es observable debido al grado de
meteorización de los esquistos en dicha zona solamente en algunos sectores se observa claramente y en otras partes se percibe una
costra de óxido de manganeso MnO, separando las capas, las capas de cenizas
alcanzan un espesor de 15 m aproximadamente. García, D y
Tamayo, P.M. (2003).
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